El pasado 23 de enero, sábado, un nutrido grupo de hermanos/as de nuestra Hermandad, entre los que se encontraban muchos integrantes del Grupo Joven, peregrinaron a la Basílica de Jesús del Gran Poder, en la sevillana Plaza de San Lorenzo, con motivo del Año Jubilar de la Misericordia, templo en que el pasado 14 de diciembre de 2015 S.E.R., Arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo Peregrina, inauguraba este año con la apertura de la Puerta Santa.
La jornada, que fue muy intensa y por momentos emotiva, dio comienzo a eso de las nueve de la mañana en la plaza del Llanete donde estábamos todos citados para, desde allí, salir hacia la capital hispalense a la que se llegó al rededor de las once de la mañana. Una vez en la Plaza de San Lorenzo, y tras hacer algo de tiempo, a la doce del medio día se realizó una visita guiada a la Basílica y Museo-tesoro de la Hermandad de Jesús del Gran Poder y María Stma. del Mayor Dolor y Traspaso, visita que daba comienzo con un rezo colectivo del grupo de un Padre Nuestro un Ave María y un Gloria ante la imagen de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, y en la que, en todo momento, estuvimos atendidos por dos miembros de la Junta de Gobierno de esta querida Hermanad, a los que, aprovechando estas líneas, expresamos nuestro agradecimiento por su trato y atención.
Una vez hubo concluido dicha visita, a las 13:15 h. daba comienzo el acto más importante de esta peregrinación, y eje central de la misma para ganar la indulgencia plenaria, la Comunión Eucarística, en la que tuvo participación nuestra Hermandad con la lectura de las Sagradas Escrituras, y en la que ocupola Sagrada Cátedra el Rvdo. Sr. D. Antonio María Calero de los Ríos, rector emérito del Seminario Diocesano de Sevilla y miembro de la Pontificia AcademiaMariológica Internacional así como de la Sociedad Mariológica Española, y que en su homilía nos ofreció una reflexión sobre el sentido de esta peregrinación y del año jubilar que ha dado comienzo, profundizando en las virtudes teologales que encierra el concepto de la misericordia, y dedicando en el trascurso de la misma cariñosas palabras a nuestra Hermandad. Concluida la Santa Misa, y como recuerdo gráfico de tan emotivo acto, nos hicimos una foto de familia en el presbiterio.
Por último, informar que la jornada concluyo con un almuerzo de confraternidad en un restaurante de la capital, donde los asistente departieron y comentaron las experiencias y anécdotas vividas, estando de regreso en Estepa a eso de las diez de la noche.
