Siguiendo la costumbre, durante los cinco días del Quinario, la Santa Misa estuvo precedida del rezo del Santo Rosario y el Ejercicio del Quinario, para continuar con la celebración de la Eucaristía en la que la predicación de la Palabra de Dios estuvo a cargo del Rvdo. Sr. D. Antonio Budía Sabán, Párroco de la Iglesia de la iglesia de Santiago el Mayor de la vecina localidad de Puente Genil (Córdoba), y que ya nos acompaño en la celebración de estos cultos el año pasado.
Como dato a destacar, significar que el viernes, cuarto día del Quinario, y una vez hubo concluido la homilía, tuvo lugar la entrega, a los hermanos/as que cumplían este año 25, 50 y 75 años en el seno de nuestra Hermandad, de los Diplomas conmemorativos de tal efeméride, conforme marca la Regla 24 de las que rigen nuestra Corporación, y dando cumplimiento al acuerdo adoptado al efecto por la Junta de Gobierno reunida en Cabildo Ordinario de Oficiales.
Como final del Quinario, el Domingo, 19 de marzo, tuvo lugar la Función Principal de Instituto, con comunión general de hermanos/as. Finalizada la liturgia de la palabra y antes del Ofertorio, previa lectura por el Secretario de la fórmula prevista en el Anexo IV de nuestras Reglas, la Hermandad hizo Pública y Solemne Protestación de Fe Católica y voto y juramento de defender los Dogmas y Misterios de nuestra Religión, así como la promesa de defender y cumplir nuestras Reglas, pasando a continuación todos los hermanos/as a renovar su juramento con la Hermandad.
Decir que la parte musical durante todos los días de los cultos corrió a cargo del Coro de la Hermandad, y que en los mismos contamos con la presencia de Hermandades invitadas desde el tercer día del Quinario hasta la Función Principal.
Finalizada la Función Principal de Instituto, un grupo numeroso de hermanos/as se dieron cita en la planta baja de nuestra Casa de Hermandad donde tuvo lugar la tradicional comida de Hermandad, en la cual nuestro Hermano Mayor tuvo lo oportunidad de agradecer al Sr. Predicador, D. Antonio Budía Sabán por su “magnífica” predicación, así como a las distintas diputaciones de la Hermandad que, de una u otra manera, han desarrollado su labor en la organización y desarrollo de estos cultos.
Por último, aprovechamos esta líneas para agradecer, de corazón, la presencia de cuantos hermanos/as y devotos/as han compartido con nosotros la celebración de estos cultos solemnes, expresión de la veneración que todos sentimos hacia los que son el consuelo ante las problemas y contrariedades que el día a día nos va deparando, y columna de Fe a la que amarrarnos para encontrar, finalmente, la Esperanza. Que ellos os amparen por siempre.