Iglesia de los Remedios

Introducción histórico-artística

Donde actualmente se encuentra hoy la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, existió una ermita llamada  “De La  Veracruz”, su origen es antiquísimo  anterior a la Reconquista y casi podríamos afirmar que de la misma época al establecimiento del cristianismo en este pueblo. Por tanto dicha ermita recogería las oraciones de los católicos durante el tiempo que duró la dominación musulmana en Estepa.

El origen de este templo se remonta a la época de la Reconquista, aunque algunos autores opinan que fue anterior y añaden su antigüedad al tiempo de los primitivos cristianos, incluso se cree que donde hoy se ubica la misma existió un templo cuya fundación fue de la época de los árabes.

“En el tiempo de la Orden de Santiago se fue extendiendo la población fuera de los muros por toda la falda de la colina, en la que Estepa estaba situada y en consecuencia se hicieron  las ermitas que corresponden al barrio de la Coracha (San Juan y Santa Ana) y al barrio de los Remedios(La Veracruz).”

Después de la Reconquista la iglesia ha tenido diferentes etapas de esplendor y decadencia; en 1.591tuvo alojados a soldados, en el siglo XVI para evitar su ruína se concibió el proyecto de convertirla en Cenobio, no llegando a conseguirse tal empresa. Ya en 1.737 el Marques de Estepa es elegido Hermano Mayor de la Confraternidad del Rosario de NTRA. SRA. DE LOS REMEDIOS, que ya radicaba en la iglesia, siendo precisamente esa fecha  la de la reedificación del templo que conocemos actualmente.

“En las Conflituciones de la Hermandad de los Remedios, eftán las noticias siguientes:

Purificada la Maior Mezquita, y hecha Iglesia, con la advocación de Nuestra Señora de la Asumpción, la primera Iglesia que fabricaron los católicos, fue de los Remedios, con la advocación de la Vera-Cruz…”

Desde el punto de vista artístico, con este templo, nos encontramos ante una de las paradojas del tipismo andaluz: un edificio de apariencia humilde en su exterior, pero que posee una riqueza artística extraordinaria en su interior, destacando por encima de todo su inconmensurable camarín, llamado el Santuario del Barroco Andaluz y antología del Barroco Español de siglo XVIII, por lo que podemos considerarla desde el plano artístico como la más importante de las iglesias estepeñas.

Desde 1779, mediante decreto del Señor Vicario, Dm. Domingo Antonio de Portillo, se vienen realizando en este templo los servicios parroquiales de la Iglesia Mayor de Santa María de la Asunción.

 

Descripción exterior y portada

Edificio de apariencia sencilla en el exterior, aunque increíblemente posee una riqueza extraordinaria en su interior. Es una Iglesia Barroca dedicada a la Virgen María.

La portada es de piedra blanca formada por dos pilastras donde descansa un friso en el que se lee: “Se hizo siendo Marqués de Estepa Sr. D. Juan B. Centurión. Año 17745.” Y un frotón partido por una ventana que da al coro y flanqueado por dos pináculos.

Sobre la ventana hay una cruz adosada rematando la fachada en una sencilla espadaña. A la izquierda de la portada hay un paño de azulejos representando la figura del Dulce Nombre de Jesús. Esta portada es antecedida por una elegante plaza en piedra blanca encuadrada entre naranjos.

En cancel es obra de Jerónimo Muñoz, en madera con oquedades romboidales que dotan al mismo de una exquisita armonía.

 

Descripción interior

Consta la Iglesia de una sola nave con capillas laterales y presbiterio, al cual se une el camarín y bajo este, la sacristía. El pavimento o solería es de piedra blanca, y esta sobre un antiguo cementerio. Alrededor de la nave corre un zócalo enchapado con mármoles rojo, negro y de aguas. Los muros se encuentran interrumpidos por seis gruesos pilares en cada uno de los lados y sobre los cuales está volteada la bóveda de cañón con cornisamiento toscano. La bóveda es surcada transversalmente por una serie de arcos que parten de los anteriormente aludidos pilares. Los arcos son obra de Cristóbal García.

 

Capilla mayor

Está ocupada la capilla por un retablo perteneciente al segundo tercio del siglo XVIII, obra de José Carreño, de grandes dimensiones.

El retablo está compuesto de un gran cuerpo fragmentado por estípites que delimitan sus tres calles. En su banco nos encontramos con el manifestador (Antonio Caballero) con el sagrario. La calle central tiene como elemento central el camarín donde se ubica la imagen de la Virgen de los Remedios, en las calles laterales nos encontramos con la figura de San Pedro y San Pablo, San Joaquín, Santa Ana y los Santos Juanes, obra de Diego Marqués. En el ático se representa la historia de la invención de la Santa Cruz con las figuras del Emperador Constantino y su Madre Santa Elena. Entre ellos varios ángeles con instrumentos musicales sobre pedestales y cornisas. En el manifestador se encuentra una rica cruz de marfil. El dorado del retablo es de Jódar y Romero. Por último decir que repartidos por el presbiterio y el camarín nos encontramos unas sillas barrocas del siglo XVIII.

 

Camarín

Para subir al camarín lo hacemos por unas escaleras de variados mármoles con baranda de forja, encontrándonos además en esta subida un crucificado del sigloXVI y los lienzos de influencia flamenca del siglo XVIII.

El camarín es obra dieciochesca, siendo el más importante de Estepa. Es de planta octogonal y su solearía está formada por lozas romboidales y cuadradas, alternando los tamaños, siendo de color blanco, negro y encarnado. Sé levanta sobre el pavimento un zócalo de mármol negro, y de aguas, así como jaspe encarnado que realizó el prestigioso cantero estepeño Juan Antonio Blanco. Se compone luego de un primer cuerpo decorado con cartelas policromadas, enmarcadas y decoradas en rocalla, de un segundo cuerpo en el que los estípites separan en hornacinas y superficies varias la planta octogonal, y de un entablamento y rica cornisa donde descansa la cúpula de media naranja recientemente decorada. Las esculturas y bajos relieves del camarín fueron obra de Diego Marqués.

Además de las esculturas y relieves colocados en el banco en madera policromada, y enmarcados en cartelas decoradas con rocalla, encontramos relieves en las hornacinas del cuerpo, símbolos marianos y la figura de los Evangelistas y Santos Padres pintados en la bóveda. El camarín es decorado con pinturas de motivos vegetales.

La peana sobre la que descansa la Virgen es obra de Jerónimo Muñoz hacia 1760. Dicha peana es idéntica a la parte final del trono de la Virgen, con la misma disposición y factura.

 

Presbiterio

En los laterales del presbiterio se hallan dos retablos de la misma época que el principal. En el lado del Evangelio se encuentra un retablo camarín dedicado a la Inmaculada Concepción, obra de Juan de Astorga de principios del siglo XIX. En la figura de vestir del rico trono del XVIII, y que hoy es cotitular de la Hermandad de Paz y Caridad. De igual interés es la bóveda de yeserías caladas de la misma época del camarín. En las calles laterales se veneran las esculturas de San Blas y San Juan Nepomuceno.

El púlpito es de jaspe decorado con relieves de Santiago, Virgen de los Remedios, Veracruz y la flagelación; el tornavoz es de madera tallada y dorada por Manuel Romero.

En el lado de la Epístola, retablo dedicado a San Antonio Abad, obra de José de Medina, a los lados figuras de los Santos Jesuitas.

 

Nave

Repartidos por toda la iglesia hallamos ángeles lampararios. La capilla mayor queda separada del resto de la iglesia por una verga de unos 50 cm. de altura (Iconostasis).

En el lado del evangelio y desde la cabeza de la nave nos encontramos en primer lugar un retablo del siglo XVIII dedicado a la imagen de María Auxiliadora pudiéndose observar un relieve en el ático de una escena milagrosa de la resurrección de un cadáver.

Siguiendo el recorrido nos encontramo s con la Capilla Sacramental donde se encuentra un retablo moderno del siglo XIX dedicado a la Virgen de los Dolores, en la hornacinas laterales se veneran las figuras de San José y San Francisco de Paula. La cúpula de la capilla esta ricamente decorada. La capilla queda blasonada con el escudo de los Marqueses de Zoidos. Seguidamente nos encontramos donde se veneran los titulares de la Hermandad de Paz y Caridad, el Santísimo Cristo Amarrado a la Columna y María Santísima de la Esperanza.

Esta capilla, y gracias al proceso de restauración que se ha llevado a cabo en el templo ha sido reestructurada y dotada de unas mayores dimensiones ya que se ha aprovechado un espacio colateral a la anterior capilla y que posibilitará una mayor comodidad y desahogo para la oración de los fieles. La capilla consta de dos entradas formadas por dos arcos apuntados (de igual factura al que había en la anterior capilla) con sus respectivas verjas. La nave longitudinal a la que se accede queda surcada por una hilera de bancas que reposan sobre un suelo de lozas en mármol blanco. En la cabeza de la capilla nos encontramos con el Sagrario, obra de los Talleres de Santo y sobre el mismo la hornacina donde se veneran los Santos Titulares.

El Santísimos Cristo Amarrado a la Columna es obra del imaginero Andrés de Carvajal y Campos, perteneciente a la escuela antequerana del siglo XVII.

María Santísima de la Esperanza es obra del imaginero catalán Jacinto Garcina y data del año 1896.

Ambas imágenes fueros restauradas en 1981 en el taller de Francisco Buiza.

Contigua a esta capilla se encuentra una hornacina moderna con resto de un retablo antiguo y dedicada a la Virgen de la Paz, cotitular de la Hermandad del Dulce Nombre. La imagen es obra de Francisco Buiza y data del año de 1981.

Ya, en los pies de la nave nos encontramos con una ricas cartelas con pinturas de San Antonio de Padua, y el relieve de la aparición de la Virgen a San Ildefonso. En este espacio está la puerta de acceso al coro.

En el lado de la epístola, y desde la cabeza de la nave, retablo similar al frontero dedicado a San José, escultura granadina del siglo XVIII, que podría ser obra de Medina o Carvajal. En el ático, relieve de la huida a Egipto.

Sigue la capilla de la Sagrada Familia con retablo sencillo del XVIII. La Inmaculada que en él se ubica es del siglo XVIII, siendo su autor José de Medina aunque también  se dice que pudiera ser esta imagen la Virgen del Valle. Encontramos en esta capilla la imagen de San Judas Tadeo de la misma época y origen.

Seguidamente está la capilla de San Rafael, en cuyo retablo reposan las figuras de San Ramón y San Blas. Según hemos podido averiguar, la construcción de esta capilla se debió a los donativos realizados por una mujer muy religiosa a la cual llamaban Juana, que viéndose atacada por unos bandoleros no sufrió daño alguno, y en acción de gracias, sufragó dicha obra.

Contigua a la anterior, la capilla de la Hermandad del Dulce Nombre, de reciente factura ,1981, con retablo en madera sobredorada obra de Antonio Díaz Fernández, y que alberga a la imagen del Niño Jesús (Imagen de vestir y con pelo natural) titular de la citada hermandad y que aparece en actitud de bendecir al pueblo, triunfante tras vencer a la muerte. Parecer ser que esta imagen es originaria del siglo XVI y se puede atribuir al círculo de Jerónimo Hernández. Ha sufrido dos restauraciones, en 1605 por Marcos Luque y en 1981 por Buiza.

Ya al final de la nave y contigua a la capilla del Dulce Nombre tenemos una pequeña hornacina en madera sobredorada dedicada a Santa Rita, medallones con las pinturas de San Juan Nepomuceno y el relieve de Jesús cautivo.

Decoran la nave ocho ángeles lampararios obra de Jerónimo Muñoz, pinturas y relieve de los siglos XVIII y XIX con marcos dorados dotando al conjunto de una armonía y suntuosidad de excelente factura.

 

Coro

El coro está situado a los pies de la iglesia, se apoya en el muro de la fachada y por otra parte en una triple arcada con columnas de jaspe rojo, siendo el arco del centro mayor y los de los extremos menores. En él nos encontramos importantes medallones con pinturas de San Nonnato y San Miguel.

 

Sacristía

Es obra de Nicolás Bautista de Morales. Se encuentra debajo del camarín y a espaldas del altar mayor. Es de planta ortogonal con exedras a cada uno de sus lados y adornada con mesas de mármol. Tres exedras situados sobre la cajonería están recubiertas con adornos de rocalla dorada y estípites, siendo la talla de Diego Marqués y el dorado de Salvador Romero.

Nos encontramos en la sacristía con un crucifijo obra de Diego Marquéz (60 cm. aproximadamente), y en su marco oval de la misma época un lienzo de la Virgen de Guadalupe. Posee una bóveda casi plana, decorada con pinturas que sostiene el pavimento del camarín.

 

Orfebrería

Entre las innumerables piezas procedentes de Santa María que conserva el templo, destaca el primer lugar una reliquia del Lignum Crucis, que consiste en un fragmento de la Cruz original de Cristo en una cajita de plata dorada y repujado bizantino, con el relieve de San Nicolás e inscripciones en caracteres latinos y griegos, datable n el siglo XII. Parece ser que perteneció al Emperador de Constantinopla Enmanuel Conmeno.

También se conserva un relicario con restos del cráneo de Santa Inés.

Además destacaremos las siguiente piezas perteneciente a los siglos XVI y XVII así como del XVIII que serán las más abundantes:

–     Ostensorio de plata lisa del siglo XVII.

–     Cruz procesional de plata, decorada con rocalla.

–     Cáliz de plata dorada, con esmaltes y rosarios de bolas.

–     Cáliz de plata decorado con rocalla perteneciente al último cuarto del siglo XVIII.

–     Tres sacras de plata, decoradas con rocalla.

–     Custodias, atriles, vinajeras, saeras, incensarios, ciriales, navetas, candeleros, etc.

Los punzones de los anteriores trabajos son obra de variados maestros, destacando: Martínez, Zurita, Pando, Camacho, etc.

–  Corona de Nuestra Señora de los Remedios fechada hacia 1760 y firmada por Zurita. Esta valiosa joya fue realizada en plata sobredorada.